Decir “Te amo” también es decir “Me amo”

Decir “te amo” no es solo una frase bonita o una costumbre romántica. Es una declaración que tiene sentido verdadero cuando nace desde dentro, cuando hay una emoción real que la respalda. Solo podemos amar de verdad a alguien cuando primero hemos aprendido a amarnos a nosotros mismos.

Cuando te amas, te respetas, te valoras, entiendes tus emociones… y desde ahí, puedes compartir lo mejor de ti con otra persona. En cambio, si estás con alguien por costumbre, miedo a la soledad o por no querer herir, y no sientes una emoción real de amor, decir “te amo” se convierte en una mentira que también te aleja de ti mismo.

¿Por qué decir “Te amo” debería empezar por ti?

Amar a alguien es compartir tu espacio emocional desde un lugar auténtico. Es decir: “Lo que siento por ti es real y nace de un lugar sano en mí.” Cuando estamos con personas que sí amamos, expresar lo que sentimos refuerza nuestra conexión con la vida, con nosotros mismos y con los demás.

En el fondo, amar no es solo sentir algo por otra persona: es también una forma de recordarnos quiénes somos, lo que merecemos y lo que estamos dispuestos a ofrecer desde el corazón.

Por eso, cuando digas “te amo”, asegúrate de que esa frase te refleje por dentro, que no sea solo para el otro, sino también para ti. Porque cada vez que lo dices de verdad, también estás diciendo: “Me amo lo suficiente como para amar con verdad.”