Reflexiones de un padre en Busca del Manual de Instrucciones.
Inspirado en el capítulo – Porque los niños son así- de «Bésame Mucho»
Carlos González
La crianza de los hijos es un viaje sin guía, un recorrido lleno de desafíos y preguntas. Con frecuencia, nos encontramos buscando respuestas en libros y consejos de expertos. Nos lamentamos de la falta de un «manual de instrucciones» o de no haber obtenido un título en crianza antes de ser padres. Pero ¿realmente necesitamos seguir al pie de la letra los consejos de los expertos? A lo largo de los años, los padres han criado a sus hijos de manera efectiva siguiendo sus instintos y experiencias familiares. La mayoría de los errores que cometemos no son propios, sino que provienen de consejos equivocados de generaciones pasadas.
Recuerdo cuando, hace años, me topé con el libro «Bésame Mucho» de Carlos González, específicamente con el capítulo llamado «La Puericultura Elástica». Este capítulo me hizo reflexionar sobre la imprecisión de las palabras en la crianza de los hijos. González nos alerta sobre la falta de precisión en los consejos y cómo pueden ser interpretados de diferentes maneras. Es como leer un horóscopo, lleno de generalidades que todos pueden relacionar con sus propias vidas.
¿Cómo Criar a un Niño Humano?
Criar a nuestros hijos es un proceso complejo y único, y como padres, buscamos la mejor manera de hacerlo. Pero ¿cuál es la manera «normal» de criar a un niño humano? Observar a algunas madres que viven en la libertad de sus instintos y experiencias familiares puede proporcionar algunas respuestas.
En la actualidad, nuestras vidas están influenciadas por las normas culturales y los ambientes artificiales. A menudo, dudamos, tenemos miedo y consultamos libros y expertos en busca de orientación. Incluso nos sentimos culpables cuando un nuevo libro o experto contradice lo que anteriormente considerábamos correcto. A lo largo de los últimos dos siglos, en Europa, hemos experimentado cambios radicales en la forma de criar a nuestros hijos. Cada generación de padres ha respondido a estas preguntas fundamentales de manera diferente.
Sin embargo, al observar algunas culturas humanas y las prácticas comunes de crianza en ellas, encontramos similitudes notables. La mayoría de ellas coincide en aspectos como la lactancia a demanda, la cercanía física constante con el bebé y la atención compartida. Aunque cada cultura tiene sus propias costumbres en áreas como el vestuario y la alimentación, estos aspectos básicos representan «lo normal», la forma en que los primeros seres humanos criaron a sus hijos. Tal vez deberíamos preguntarnos por qué nuestra cultura es la excepción y si debemos seguir normas que van en contra de nuestros instintos.
La Importancia del Cariño
Una de las observaciones más interesantes es que las culturas que tratan a sus hijos con cariño durante la infancia tienden a producir adultos más pacíficos, amables y saludables. La crianza basada en el afecto deja una impresión duradera en la personalidad y el bienestar de los niños. Aunque no debemos criar a nuestros hijos con la expectativa de que serán más amables, lo hacemos porque los amamos y queremos lo mejor para ellos. Y si ese amor también los hace más cariñosos en el futuro, es un beneficio adicional.
La Búsqueda de la Respuesta
En última instancia, criar a nuestros hijos de la mejor manera posible no es una cuestión de seguir una única receta. En lugar de buscar una única respuesta correcta, debemos observar lo que funciona en diferentes culturas, escuchar nuestros instintos como padres y usar nuestro corazón para tomar decisiones basadas en el amor y el cariño hacia nuestros hijos.
La crianza de los hijos es un viaje personal y, a menudo, desafiante. No existe un manual de instrucciones definitivo, pero eso no significa que estemos perdidos. A lo largo de la historia, los padres han encontrado su propio camino, guiados por el amor